Como se ha expuesto en el ODS 6, la agricultura supone el 92% del agua consumida en Extremadura cada año. Esto unido a la utilización de fertilizantes químicos y purines líquidos, convierte a la agricultura es una de las principales fuentes de contaminación de ríos y acuíferos que afectan a la fauna y vegetación piscícola también de los océanos, el Atlántico en el caso del Tajo y del Guadiana.
Estos hechos en Extremadura están ampliamente demostrados. Algunos de los últimos casos se han puesto de manifiesto en verano de 2022. El bajo nivel del embalse de Los Molinos llevó a las localidades cercanas a abastecerse de agua de pozos municipales. En Ribera del Fresno, Hinojosa del Valle y Fuente del Maestre encontraron altas concentraciones de nitratos de origen agrícola. En algunos casos por encima de lo permitido y en otros por encima de lo aconsejable.
En noviembre de 2022 se publicó un informe sobre la calidad del agua subterránea en la localidad de Orellana. De un total de nueve muestras tomadas en pozos de sondeo del entorno, siete dieron valores significativos de presencia de nitratos, cinco de las cuales superaron el valor límite para consumo humano. Las siete que dieron niveles significativos o superaron lo permitido se tomaron en zonas de cultivo (regadío, olivar, frutal), mientras que las muestras tomadas en áreas alejadas dieron resultados excepcionalmente buenos. Otros informes de 2021 detectaron una concentración de nitratos de 167 mg/l (el máximo es 50 mg/l) en aguas superficiales del río Búrdalo en Santa Amalia (Vegas Altas del Guadiana) y de 163 mg/l en agua subterránea en Montánchez (Cáceres).
En cuanto a agua para consumo humano, en 2021 se detectaron niveles de nitratos superiores a los permitidos en muestreos realizados en Puebla del Prior (51,4 mg/l), Calzadilla de los Barros (53,8 mg/l), Lobón (57 mg/l) y Puebla de la Reina (76 mg/l). Todos cuatro situados en zonas especialmente agrícolas como las Vegas del Guadiana y Tierra de Barros.
En cuanto a la presencia de glifosato, las cuencas más contaminadas, después de las tres andaluzas son el Tajo y el Guadiana (1)
El doctor Nicolás Olea y su equipo, así como Lola Raigón y una creciente lista de investigadores e investigadoras, han demostrado científicamente los efectos que tienen los agrotóxicos en la salud humana provocando malformaciones genéticas, abortos espontáneos, disfunciones endocrinas y un largo etcétera. Incluso se ha editado un libro monográfico con un título que no deja lugar a dudas: Cáncer en agricultores. Mortalidad proporcional y estudios caso-control con certificados de defunción (Gonzalo López-Abente Ortega. Servicio de Epidemiología del Cáncer. Centro Nacional de Epidemiología. Instituto de Salud Carlos III). En él se recoge que existe una relación entre la aparición de tumores cerebrales malignos, cáncer de estómago, próstata y testículo, junto con leucemia linfática y linfomas no-Hodgkin asociados a la exposición a compuestos químicos frecuentes en ciertas prácticas agrícolas.
Como se ha venido desarrollando en todos los ejes temáticos anteriores, es posible, necesario y urgente fomentar la producción de alimentos sin la utilización de fertilizantes y pesticidas que permanecen durante años en la tierra, el agua y en nuestros alimentos, pasando a nuestro organismo y produciendo enfermedades de todo tipo.
Diferentes organizaciones extremeñas llevaron a cabo durante el 2022 un muestreo de macro y micro residuos en los cauces de cinco ríos extremeños: Aljucén, Gévora, Tiétar, Alagón y Jerte. Como resultado de ese muestreo, recogieron 2.500 objetos en una superficie de orillas de 5.520m², siendo prácticamente la mitad de los residuos muestreados de origen plástico. Los análisis revelan la presencia de microplásticos en el cien por cien de las muestras analizadas.
Los plásticos y microplásticos se han convertido en la fracción más grande, más dañina y más persistente de los desechos marinos. Representan ya el 85% de los residuos que llegan a los océanos. El uso de plásticos en la agricultura y ganadería es un hecho común: cobertura de invernaderos, láminas plásticas antigerminantes, sistemas de riego, semilleros, … . Estos plásticos, si no se reciclan adecuadamente, pueden persistir durante siglos y se descomponen con el tiempo por las fuerzas ambientales y la fotodegradación, convirtiéndose en microplásticos secundarios. Por otro lado, los microplásticos primarios se añaden de manera intencionada a una gran variedad de productos, entre los que se incluyen los fertilizante y los productos fitosanitarios.
Los microplásticos se han vuelto omnipresentes, al ser transportados por el viento y el agua llegando a todos los rincones de la biosfera. La mayor parte converge en los mares y océanos y se incorporan en las cadenas tróficas de plantas, animales y humanos.
El problema ocasionado por plásticos y micropláscticos es de tal magnitud que es imperioso revertir la marea de plásticos eliminando su uso, en la agricultura y otros sectores, sustituyendo los materiales plásticos por otros materiales biodegradables y compostables.
Microplásticos: Son partículas plásticas de tamaños menores a cinco milímetros originados por la fragmentación o fabricación directa de materiales de uso industrial y doméstico que contaminan ríos, mares y océanos afectando gravemente tanto al ser humano como a la fauna acuática.